12 de junio, 2025 - Sala de Prensa, Progressa Financieramente
En Colombia, los meses de junio y diciembre traen consigo una de las noticias más esperadas por millones de trabajadores: la llegada de la prima de servicios. Este ingreso adicional puede representar un verdadero alivio financiero, una posibilidad para cumplir metas o un respaldo ante momentos difíciles. Sin embargo, muchas veces, esta oportunidad termina desperdiciándose en compras impulsivas, gastos no planeados o celebraciones sin control.
Desde Progressa Financieramente, queremos invitarte a reflexionar sobre la forma en que utilizas tu prima. En lugar de pensar en ella como un “premio” o “dinero extra”, vale la pena verla como una herramienta poderosa para construir estabilidad y bienestar financiero. Y para lograrlo, existe una fórmula sencilla y efectiva: la regla del 50-30-20.
Antes de hablar sobre fórmulas o porcentajes, es importante hacer una pausa y reconocer el valor de la educación financiera. Hoy más que nunca, saber administrar nuestros recursos es una habilidad esencial.
Una persona con conocimientos básicos en finanzas personales tiene mayor capacidad para:
✅ Tomar decisiones informadas sobre sus ingresos y gastos.
✅ Establecer prioridades económicas claras.
✅ Evitar el sobreendeudamiento.
✅ Ahorrar con disciplina.
✅ Prepararse para emergencias o imprevistos.
✅ Invertir en su bienestar a corto, mediano y largo plazo.
La educación financiera no es complicada. Comienza con preguntas tan simples como: ¿en qué estoy gastando?, ¿estoy ahorrando algo?, ¿cómo puedo hacer que mi dinero rinda más?
Y justamente una de las herramientas más prácticas para dar respuesta a estas preguntas es la regla 50-30-20.
Esta regla es una guía sencilla que te ayuda a distribuir tus ingresos de manera equilibrada. Fue popularizada por la senadora y profesora Elizabeth Warren en su libro All Your Worth, y se ha convertido en una estrategia reconocida mundialmente para el manejo del dinero.
La fórmula se basa en dividir cualquier ingreso que recibas (salario, prima, bonificación, ingreso extra) en tres categorías:
Este porcentaje se destina a cubrir gastos esenciales, como:
Arriendo o hipoteca
Servicios públicos
Alimentación
Transporte
Salud
Educación
Pago de deudas existentes
La idea es garantizar que tus obligaciones básicas estén cubiertas sin comprometer tu tranquilidad. Incluso, si tienes deudas pendientes, puedes aprovechar parte de esta categoría para hacer abonos extraordinarios y reducir el capital o los intereses.
Aquí entran todos aquellos gastos que mejoran tu calidad de vida, pero que no son indispensables. Algunos ejemplos:
Salidas con amigos o familia
Compras personales (ropa, tecnología, decoración, etc.)
Viajes y vacaciones
Celebraciones
Regalos
Disfrutar de la vida es necesario, pero siempre con moderación. Esta categoría te permite darte gustos sin poner en riesgo tu estabilidad financiera.
Este es, probablemente, el componente más importante y menos utilizado. La mayoría de las personas no tienen el hábito de ahorrar, y mucho menos de hacerlo de forma planificada.
El 20% de tus ingresos debe ir destinado a:
Ahorrar para metas concretas (estudios, vacaciones, mejoras del hogar, emprendimientos)
Crear o fortalecer un fondo de emergencias
Prepararte para el retiro o jubilación
Invertir en tu formación o desarrollo profesional
Al principio puede parecer difícil, pero con constancia este porcentaje puede marcar una gran diferencia en tu futuro.
Imagina que recibes una prima de $1.500.000. A continuación te contamos cómo podrías aplicar esta regla:
$750.000 (50%) los podrías utilizar para ponerte al día con tus obligaciones: pagar alguna deuda, abonar a la renta o cubrir los servicios del mes.
$450.000 (30%) los destinas a ti: tal vez un plan familiar, una cena especial, renovar algo en casa o comprar ese artículo que habías postergado.
$300.000 (20%) los reservas para el futuro: ya sea ahorrándolos para una meta clara, iniciando tu fondo de emergencias o simplemente guardándolos en una cuenta separada para evitar gastarlos.
Lo más interesante es que si aplicas esta regla cada vez que recibes un ingreso adicional, estarás generando un hábito saludable, que no solo impactará tu presente, sino también tu tranquilidad a largo plazo.
Haz una lista de prioridades antes de recibirla: Tener un plan claro te ayuda a no caer en gastos impulsivos.
Evita confundir necesidades con deseos: Pregúntate si lo que vas a comprar es realmente necesario o si puedes posponerlo.
Incluye a tu familia en el proceso: Hablar de dinero en casa fomenta una cultura de responsabilidad financiera compartida.
Refuerza tus metas de ahorro: A veces el simple hecho de visualizar una meta (como ese viaje que sueñas) es suficiente para motivarte a guardar.
Sé flexible pero disciplinado: Puedes ajustar los porcentajes según tu realidad, pero no elimines la categoría de ahorro.
Tu prima es más que un dinero extra. Es una oportunidad real para avanzar en tus metas financieras, mejorar tu estabilidad y desarrollar hábitos saludables con el dinero.
Aplicar la regla 50-30-20 es un paso sencillo, pero poderoso. A través de decisiones conscientes, puedes lograr que tu dinero trabaje a tu favor y te acerque cada vez más a una vida con menos estrés y más bienestar.
💡 Recuerda: la educación financiera es una herramienta de empoderamiento. Y cada vez que decides aprender y actuar con responsabilidad, estás invirtiendo en el futuro que mereces.
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